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FUNCIONANDO CON AIRE: LA EXTRAORDINARIA HISTORIA DEL RELOJ ATMOS – JAEGER-LECOULTRE

FUNCIONANDO CON AIRE: LA EXTRAORDINARIA HISTORIA DEL RELOJ ATMOS – JAEGER-LECOULTRE

Desde su creación en 1928, el reloj Atmos ha sido un objeto de fascinación, donde la belleza de su mecanismo se iguala únicamente con su funcionamiento aparentemente mágico. La humanidad ha soñado durante siglos con máquinas de movimiento perpetuo, capaces de funcionar para siempre sin fuente externa de energía. Aunque físicamente imposibles, Jaeger-LeCoultre ha creado un mecanismo que se acerca más que ningún otro: el Atmos.

Funciona con aire

En 1928, el ingeniero suizo Jean-Léon Reutter presentó un prototipo —hoy conocido como Atmos 0— que parecía desafiar las leyes de la física. Sin necesidad de baterías, electricidad ni cuerda, podía funcionar indefinidamente sin intervención humana.

Su principio mecánico es simple, aunque extremadamente complejo de ejecutar: el Atmos se alimenta de las variaciones de temperatura ambiente. La energía térmica se transforma en energía mecánica que acciona el movimiento del volante. El secreto reside en una cápsula herméticamente sellada con gas, conectada al muelle motor mediante una membrana. Con solo una variación de un grado Celsius, la membrana se expande o contrae como un fuelle, dando cuerda al reloj por 48 horas.

Debido a que este sistema produce una energía mínima, el movimiento debe consumir lo menos posible: ¡la energía utilizada por una bombilla incandescente de 15 vatios equivale a la de 60 millones de relojes Atmos! El mecanismo utiliza un péndulo de torsión y un volante anular suspendido por un hilo de Elinvar, una aleación a base de níquel. Este volante tarda un minuto en completar una oscilación, lo que reduce su consumo energético a solo una cuarentava parte de lo que necesita un reloj de pulsera típico.

Del prototipo al objeto de culto

En 1930 se lanzó al mercado el Atmos I, pero presentaba problemas técnicos que dificultaban su producción. Fue Jacques-David LeCoultre quien, al descubrir uno en una boutique parisina, quedó fascinado y decidió colaborar con Reutter en su mejora. En Le Sentier, trabajaron en un nuevo modelo más robusto, estable y apto para la producción en serie. En 1939, nació el Atmos II con el Calibre 519, marcando el inicio de su comercialización global.

El éxito fue inmediato. En 1950, el Atmos fue elegido como regalo oficial de la Confederación Suiza. Para 1951, se producían 10.000 unidades al año y en 1979 se celebró la número 500.000.

En 1982, se resolvió una de sus limitaciones: la falta de energía suficiente para otras funciones. Con el Calibre 540, se introdujeron complicaciones como fases lunares, cartas celestes, reguladores, ecuación del tiempo e incluso un “reloj misterioso” con mecanismo de fuerza constante.

Evolución de un clásico

El Atmos no solo es una proeza técnica, sino también una obra de arte. El Atmos I, con su cúpula de cristal, es una expresión pura del estilo Streamline Moderne. El diseño rectilíneo y Art Déco del Atmos II lo convirtió en un ícono del diseño suizo.

Desde los años 70, Jaeger-LeCoultre ha colaborado con diseñadores y artesanos para crear ediciones especiales del Atmos, especialmente aquellas con complicaciones astronómicas. Entre los ejemplos más destacados están:

  • Atmos du Millénaire Atlantis (1999), con diseño de Kohler & Rekow

  • Atmos 566 por Marc Newson, con gabinete de cristal Baccarat

  • Atmos Marqueterie “Le Baiser” (2012), con marquetería de madera inspirada en el cuadro “El Beso” de Gustav Klimt

Técnicas ancestrales como marquetería, esmaltado, engaste y cristalería han sido aplicadas al Atmos con la misma maestría que en sus relojes de pulsera.

Todos los movimientos Atmos son desarrollados, producidos y ensamblados a mano dentro de la Manufactura Jaeger-LeCoultre, en un atelier especializado. La producción de un solo reloj puede tomar entre ocho y diez meses, sin contar las cinco semanas de pruebas y ajustes.

Más de noventa años después de su invención, el Atmos sigue siendo una pieza única, cargada de emoción y tradición, que cautiva con la serenidad de su movimiento y la elegancia de su diseño.

Homenaje en Homo Faber 2022

En 2022, Jaeger-LeCoultre rindió homenaje al Atmos en el evento Homo Faber, que celebra lo mejor de la artesanía europea a través de 15 exposiciones de maestros artesanos. En la muestra Genealogies of Ornament, Jaeger-LeCoultre participó destacando su excelencia en relojería y artes decorativas. El Atmos, objeto artístico y técnico, fue reconocido como símbolo del ingenio suizo.

Homo Faber se realizó del 10 de abril al 1 de mayo en la isla de San Giorgio Maggiore, en Venecia.

ACERCA DEL ATMOS


Nacido en 1928, el Atmos es un reloj como ningún otro. Funciona durante siglos sin necesidad de energía convencional ni cuerda, impulsado por las variaciones naturales de temperatura. Desde los años 30, Jaeger-LeCoultre ha perfeccionado su mecánica y estética, colaborando con diseñadores y artesanos para crear ediciones especiales que hoy son verdaderos objetos de colección.

jaeger-lecoultre.com

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