Noticias

El Arte del Acabado – Laurent Ferrier

El Arte del Acabado – Laurent Ferrier

Desde su fundación en 2010, Laurent Ferrier y su hijo Christian Ferrier han liderado un equipo unido hacia múltiples éxitos, comenzando con el galardonado Galet Classic Tourbillon Double Spiral, premiado en el Grand Prix d’Horlogerie de Genève (GPHG).

Construyendo sobre un lenguaje de diseño reconocible y refinado, Laurent Ferrier ha establecido un espacio único en la alta relojería, ofreciendo una alternativa meticulosamente estudiada. Con un catálogo en constante expansión que abarca desde el clasicismo hasta una estética deportiva atemporal, cada pieza equilibra proporción y manufactura, reinterpretando técnicas tradicionales con un enfoque distintivo.

Una parte crucial de este legado es el tiempo dedicado al acabado manual de cada componente de los movimientos manufactura de la marca, un factor clave que distingue a Laurent Ferrier dentro del mundo de la alta relojería.

La Importancia del Acabado y las Habilidades Involucradas

Para algunos coleccionistas, la pasión por la relojería se centra en la esfera; para otros, el verdadero deleite radica en los detalles ocultos del movimiento, hasta el punto de que estarían encantados de llevar su reloj al revés para admirar el intrincado trabajo mecánico.

Es aquí donde el acabado artesanal cobra protagonismo, un detalle que muchos consideran el sello definitivo de la alta relojería o Haute Horlogerie.

En Laurent Ferrier, el concepto de acabado, del francés finissage, representa el orgullo de nuestro equipo de relojeros al trabajar en los movimientos manufactura. Este término engloba una serie de técnicas tradicionales destinadas a refinar cada componente del reloj una vez que ha sido mecanizado.

Cada pieza se somete a un meticuloso proceso de acabado para eliminar cualquier rastro de producción industrial. La diferencia entre un movimiento manufactura y uno de producción masiva reside en estos detalles: superficies pulidas, biseladas o cepilladas a mano, creando una estética y una textura inigualables.

Algunas de estas técnicas también cumplen un propósito funcional, pero sobre todo, son un testimonio del compromiso con la excelencia y el amor por la artesanía.

En los talleres de Laurent Ferrier, un equipo de 15 relojeros y 8 decoradores trabaja exclusivamente en la producción, ensamblaje y acabado de los movimientos.

Este meticuloso proceso implica que, en promedio, los relojeros dediquen un 30% de su tiempo a la decoración de las piezas de acero de los movimientos que ensamblan y prueban.

Basile Monin, jefe de relojería de Laurent Ferrier, supervisa los talleres dedicados a la producción, ensamblaje y decoración. En sus palabras, cada calibre LF270.01 requiere más de 139 operaciones de acabado manual, un elemento clave que hace que un reloj Laurent Ferrier sea tan atractivo para los coleccionistas.

Técnicas de Acabado Tradicional

Biselado (Anglage o Chamfering)

Conocido como anglage en francés, el biselado es una de las técnicas más apreciadas en la alta relojería. Si observamos los puentes de un movimiento Laurent Ferrier, notaremos un ángulo de 45 grados que captura la luz de manera especial.

Este detalle no es meramente estético: en términos técnicos, el anglage en las platinas y los puentes ayuda a prevenir concentraciones de tensión en el material.

El proceso comienza con la eliminación de arañazos e imperfecciones en los bordes superiores de los puentes. Luego, los bordes se alisan y perfilan usando lima y herramientas especializadas, formando un ángulo uniforme con líneas paralelas perfectamente definidas.

El acabado final se logra con el uso de maderas de ébano y pasta abrasiva, alcanzando un nivel de pulido inigualable.

En un movimiento Laurent Ferrier, también se encuentran ángulos internos biselados, un trabajo aún más complejo, ya que requiere unir dos biseles pulidos con absoluta precisión.

Los biseles curvos exteriores, visibles en el puente del volante de los movimientos Micro-Rotor, representan uno de los desafíos más grandes: no pueden ejecutarse mediante máquinas, sino que deben ser exclusivamente trabajados a mano.

Côtes de Genève

También conocidas como Geneva Stripes, estas ondas lineales se encuentran en los puentes de los movimientos.

Originalmente, su función era evitar la acumulación de polvo y partículas en los engranajes. Aunque hoy en día las cajas de los relojes cuentan con sellos avanzados, las Côtes de Genève se han convertido en una técnica decorativa emblemática de la alta relojería.

Los puentes deben alinearse perfectamente, asegurando un patrón continuo y simétrico en todas las piezas.

Perlage

También llamado circular graining, el perlage es un patrón decorativo compuesto por círculos superpuestos, visible en la platina principal de los movimientos.

El proceso requiere una mano firme y entrenada: el decorador presiona una punta rotativa abrasiva sobre la superficie metálica, creando un efecto homogéneo.

La complejidad del perlage radica en mantener la consistencia de los patrones en superficies amplias, una tarea que exige años de experiencia.

Acabado Satinado

El acabado satinado es común en las cajas de relojes, pero en Laurent Ferrier se emplea a una escala mucho más pequeña y precisa.

Un ejemplo es el Calibre LF270.01, donde los puentes presentan un acabado satinado antracita, aportando un contraste elegante con el puente del micro-rotor, pulido a negro.

Acabado Circular (Cerclage o Sunburst)

Conocido como cerclage, este acabado crea líneas finas mediante un lijado circular sobre la superficie metálica.

En los componentes redondos, las líneas son concéntricas y generan un reflejo de luz característico, mejorando la estética del movimiento.

Arenado (Sandblasting)

Este acabado otorga a la superficie un aspecto mate y suave, resaltando los detalles pulidos del movimiento.

El proceso consiste en proyectar aire comprimido y arena fina sobre la pieza, generando miles de micro-cráteres invisibles a simple vista.

Pulido Negro (Black Polish o Poli Noir)

El pulido negro, también llamado miroir, es una de las técnicas más enigmáticas de la relojería.

Su nombre proviene de su capacidad para reflejar la luz de manera que, cuando se observa en cierto ángulo, la superficie aparece completamente negra.

El proceso es sumamente delicado:

  1. Se pule la pieza sobre una placa de zinc con pasta de diamante abrasiva.
  2. Se realizan movimientos circulares controlados, reduciendo gradualmente el tamaño de los granos abrasivos.
  3. Se obtiene una superficie perfectamente plana y espejada, imposible de lograr mediante máquinas.

En Laurent Ferrier, esta técnica se aplica en los puentes del volante y en el puente del micro-rotor, destacando su forma esculpida.

El arte del acabado manual no solo embellece los relojes de Laurent Ferrier, sino que testimonia el compromiso con la tradición y la excelencia relojera.

Cada reloj requiere décadas de experiencia, miles de horas de trabajo y una meticulosa atención al detalle.

Para los coleccionistas de alta relojería, estos acabados no solo representan lujo y exclusividad, sino también la verdadera esencia del savoir-faire artesanal suizo.

[/vc_r