La Chaux-de-Fonds, 29 de agosto de 2024 (10 a.m. CET). Nacido en La Chaux-de-Fonds, una ciudad dedicada a la relojería, el Tourbillon con tres puentes volantes aprovecha el talento de los artesanos y relojeros de la Casa. La ubicación de la Manufactura está optimizada para sacar el máximo provecho a la luz, un recurso que también ha influido en el diseño de esta gran complicación contemporánea, una expresión ultrarrefinada de la alta relojería. El aspecto esqueletizado de este modelo juega magistralmente con las formas tridimensionales y confiere una perspectiva aérea de sus epónimos tres puentes de oro, que parecen flotar en una caja llena de luz.
Una abundancia de luz
La Chaux-de-Fonds, descrita en el pasado como una «enorme localidad industrial», lleva dedicándose a la relojería desde el siglo XVIII y ahora es Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. En 1856, Girard-Perregaux inauguró allí su primera Manufactura. Hoy en día, la empresa sigue teniendo su sede principal en la ciudad, con su Manufactura en la calle Numa-Droz.
Tras sufrir un devastador incendio en el siglo XVIII, La Chaux-de-Fonds fue reconstruida con la ayuda de un ingeniero local, Charles-Henri Junod. Con un diseño creado con la relojería en mente, las amplias calles de la ciudad están distribuidas en forma de cuadrícula y dispuestas en hileras contra la ladera. Sus altos edificios incorporan grandes ventanas diseñadas para nutrirse al máximo de la luz e iluminar los bancos de trabajo en los que se elaboran los elegantes relojes. La ciudad y el área que la rodea siguen imbuyendo a cada reloj de Girard-Perregaux de un carácter distintivo, altamente apreciado por los aficionados a los relojes.
Nuevo pero familiar
Durante la década de 1860, Constant Girard comenzó a bosquejar ideas para un nuevo reloj de bolsillo equipado con tres puentes. Redefinió el rol de los puentes, que pasaron de ser un componente meramente estructural del movimiento a convertirse también en una característica estética. Cuando en 1867 presentó un reloj tourbillon de bolsillo dotado de tres puentes de alpaca paralelos, introdujo en el mundo de la relojería una nueva filosofía de diseño, adoptando el uso de las formas y la profundidad. Más adelante, en 1889, las especificaciones de los puentes se mejoraron mediante el uso de metales nobles con el lanzamiento del célebre Tourbillon con tres puentes de oro, ampliamente considerado uno de los emblemas mecánicos más antiguos de la relojería.
En 2021, la Manufactura presentó un reloj vanguardista, el Tourbillon con tres puentes volantes, una expresión de la alta relojería que aprovecha artísticamente la luz natural. Elaborado en el atelier de grandes complicaciones de la empresa e inspirado en el famoso reloj de bolsillo de 1889, esta creación contemporánea incorporaba una ingeniosa estructura del movimiento.
Más allá de la funcionalidad
Los tres puentes epónimos se alejan del concepto tradicional de una platina; además de funcionar como soporte para los engranajes, el barrilete y el tourbillon, proporcionan una integridad estructural esencial para el resto del movimiento. Estos puentes parecen estar flotando en el aire y están sujetos por unos elegantes zócalos de diseño calado que emergen desde la pared interior de la caja. Debido a la ausencia de una esfera convencional, los índices están fijados a la caja, cumpliendo con su rol funcional a la vez que mantienen la apariencia etérea del interior del reloj.
La Casa, que sigue una filosofía de mejora continua, ha reinterpretado recientemente el Tourbillon con tres puentes volantes e incluido varias mejoras en sus especificaciones.
Una de las actualizaciones de 2024 está relacionada con los índices, que presentan un nuevo diseño e incluyen unos bastones gemelos a las 12 h. Los cristales de zafiro, ubicados tanto en la parte frontal como en el fondo de caja, siguen siendo de estilo «box», pero ahora son más curvados y, si se observan desde el lateral, tienen un aspecto más simétrico. También se ha incluido una corona más grande con una forma más redondeada para facilitar la manipulación, mientras que el diseño general del Tourbillon con tres puentes volantes se ha redefinido para lucir unos contornos más suaves.
Al acortar las asas y hacer que el centro de la caja sea más redondeado, el equipo de diseño de la Manufactura ha aumentado la comodidad de los usuarios, algo que notarán especialmente los usuarios con muñecas más delgadas.
El Tourbillon con tres puentes volantes actualizado también incorpora algunos pequeños cambios que podrían pasar desapercibidos para ojos inexpertos. Por ejemplo, las agujas de las horas y de los minutos tienen ahora un acabado satinado e incorporan Super-LumiNova adicional, para aumentar la legibilidad en condiciones de escasez de luz. El reloj se entrega con dos correas: la nueva correa con efecto de tejido, vista por primera vez el año pasado en el revolucionario Neo Constant Escapement, y una correa adicional en piel de aligátor negra, realzada con efecto de oro.
Algunas cosas nunca cambian
Aunque la Manufactura haya reinterpretado el Tourbillon con tres puentes volantes, presentado por primera vez en 2021, e incorporado algunas mejoras sutiles, hay cosas que nunca cambian. Los tres puentes de oro situados en la parte frontal del reloj siguen revestidos de negro. Girard-Perregaux, una marca conocida por su sutil enfoque en cuanto al diseño, presenta el trío de puentes de oro en un formato contemporáneo. Las superficies superior e inferior de los puentes de oro rosa están revestidas de PVD negro, mientras que los bordes biselados carecen de este revestimiento y revelan con discreción el brillo del oro rosa. La perfecta ejecución y el notable resplandor de cada uno de los bordes biselados son el resultado de unas manos experimentadas que emplean una pequeña pieza de madera de boj para lograr el pulido perfecto. En total, son necesarios dos días de trabajo para finalizar por completo el conjunto de los tres puentes de oro.
Acerca de Girard-Perregaux
Desde 1791, la firma Girard-Perregaux está entregada a la tarea de discernir el siempre esquivo ritmo del tiempo. Situada al abrigo de las montañas del Jura, en el corazón de La Chaux-de-Fonds, es una marca pionera en el universo de la Alta Relojería: una Manufactura independiente que ha sabido preservar este estatus durante más de dos siglos, manteniendo la producción siempre en la propia empresa y transmitiendo sus excepcionales habilidades relojeras a través de las generaciones. La conservación de este «savoir-faire», y una genuina pasión por la belleza y por el arte más auténtico, continúan siendo la clave del afán de innovación permanente que distingue a Girard-Perregaux.
Los emblemas de la Casa —en su eterna búsqueda del equilibrio entre belleza y funcionalidad— resultan reconocibles al instante a todo aficionado a la alta relojería, como el icónico bisel octogonal del Laureato y el legendario Tourbillon con «tres puentes de oro». Con piezas singulares únicas en su clase, Girard-Perregaux siempre deja su impronta en el transcurrir del tiempo, ya sea al crear referentes de la alta relojería o al hacer visible lo invisible mediante el arte de la ingeniería de precisión. La posición de la firma en la vanguardia de la innovación horológica está refrendada por más de cien patentes registradas de diseños originales, como el movimiento de tres puentes en forma de flecha, patentado en Estados Unidos en 1884, además de otros galardones y distinciones recibidas como la «Aguja de oro» de 2013 y la Medalla de Oro de la Exposición Universal de París de 1889.
Girard-Perregaux se mantiene fiel a su legado, pero su principal motivación es mirar siempre hacia delante, adoptar nuevas tecnologías, incorporar los materiales más vanguardistas y encontrar formas originales de deleitar a sus clientes reinterpretando los diseños más icónicos. Por ello, Girard-Perregaux sigue siendo una Manufactura que preserva su dimensión humana, y en 2022 pasó a formar parte de un colectivo independiente de manufacturas de alta relojería junto a su empresa hermana Ulysse Nardin.
