Le Brassus, septiembre de 2024 – La Manufactura de Alta Relojería suiza Audemars Piguet se complace en presentar una nueva variante del Code 11.59 by Audemars Piguet Cronógrafo Tourbillon Volante Automático en 41 mm. En el lado de la esfera, su estética contemporánea exhibe la construcción arquitectónica del Calibre 2952, cuyos componentes producen sutiles contrastes en una variedad de tonos grises y negros. Esta selección cromática se reproduce en la caja bicolor de oro blanco de 18 quilates y cerámica negra.
UNA SUTIL MEZCLA DE GRISES
Las líneas estructuradas de este complejo reloj revelan con sumo detalle un mecanismo en tonos que van del gris claro al negro. Este movimiento complicado se enmarca con un realce gris pizarra semimate con acabado acaracolado circular y escala de segundero estampada en blanco. Los puentes arquitectónicos, rodiados para obtener un acabado plateado, contrastan con la platina ennegrecida. La presencia del puente de barrilete negro a las 12 horas destaca la simetría visual entre los lados izquierdo y derecho de la esfera. Los engranajes, claramente visibles gracias a la transparencia de los contadores de cronógrafo de 30 minutos y 12 horas, están situados a las 9 y las 3 horas, respectivamente. Las mediciones del tiempo y el cronógrafo, indicadas por medio de agujas de oro rosa pulido, son perfectamente legibles a simple vista. En el mismo tono dorado, el volante resalta el complejo mecanismo del tourbillon volante a las 6 horas.
CERÁMICA DE ALTA TECNOLOGÍA COMBINADA CON EL BRILLO DEL ORO
Las múltiples líneas geométricas de la caja del Code 11.59 by Audemars Piguet entremezclan la cerámica
negra, empleada en la carrura octogonal y la corona, con el oro blanco de 18 quilates del bisel extraplano, las asas estilizadas y los pulsadores del cronógrafo. La intensa cerámica negra elegida para este nuevo modelo demuestra el dominio de las tecnologías de vanguardia de los ingenieros y relojeros de la Manufactura.
La fabricación de componentes en este material técnico reviste una complejidad especial, desde la creación de su fórmula secreta con polvo de óxido de zirconio (ZrO2) hasta las sucesivas fases de producción. En concreto, la cerámica pierde cerca de una cuarta parte de su volumen durante el proceso, lo que maximiza su resistencia a los arañazos. Además, el proceso de sinterizado, realizado a una temperatura superior a los 1.000° C, pone de relieve toda la intensidad del color, magnificada por los acabados refinados de los componentes de la caja.
Pese a esta dificultad de ejecución, el acabado a mano de la cerámica no escapa a las exigentes normas de Audemars Piguet. Por ejemplo, la alternancia de superficies satinadas y o pulidas emblemática de la marca requiere el máximo nivel de atención a los detalles y de la habilidad de sus equipos. El Calibre presenta asimismo nada menos que 111 ángulos interiores en los puentes y elementos decorativos, elaborados meticulosamente a mano por los artesanos de la Manufactura. Esta alternancia de acabados hace resplandecer el conjunto del diseño, añadiendo matices a los tonos grises y negros y creando una estética llena de detalles sutiles.
UNA COMPLEJIDAD FASCINANTE
El Calibre 2952, introducido en 2020 en la edición limitada azul del Code 11.59 by Audemars Piguet Cronógrafo Tourbillon Volante Automático, ha equipado desde entonces varias versiones de este modelo. Su mecanismo permite poner a cero y volver a poner en marcha al instante el cronógrafo, una complicación útil para realizar mediciones cronométricas sucesivas. El fondo de cristal de zafiro revela las refinadas decoraciones del movimiento y la masa oscilante específica de oro rosa de 22 quilates rodiado.
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