Una competición de alto vuelo
La 26.ª edición de la competición de polo a mayor altitud de Europa se celebró en agosto en Gstaad, a 1050 metros sobre el nivel del mar. El aeródromo de Saanen, transformado en un perfecto campo de polo, acogió el torneo veraniego más importante de este deporte. Flanqueada por dos majestuosas montañas, esta cancha única en el mundo ofreció un panorama singular y estimulante, codiciado por los mejores jugadores internacionales, entre ellos el equipo de la marca relojera suiza.
Jürgen Schröder (capitán), Juan Correa (hcp. 3), Martín Joaquín (hcp. 4) y Martin Aguerre (hcp. 7) defendieron los colores de Hublot, marca relojera suiza fundada en 1980 que fusiona tradición, innovación, artesanía, universos y talentos. Fueron 168 minutos de adrenalina, destreza fascinante y coordinación entre hombre y caballo. Un tiempo total repartido en tres días y medido con precisión gracias a Hublot, cronometrador oficial de la competición. Además, siguiendo la tradición más antigua y cultivada de este regio deporte, se invitó a los elegantes espectadores a pisotear los divots de césped. Esta es una forma jovial de recuperar, entre cada tiempo, la uniformidad del terreno de juego, golpeado por los mazos y los cascos de los caballos, y de invitar a todo el mundo a unirse al espectáculo.
Este emplazamiento, singular por su altitud e incomparable por sus panorámicas vistas, refleja la singularidad y el carácter único de la firma relojera, exclusiva y diferente gracias a sus asociaciones y embajadores, a la pasión con la que impulsa sus innovaciones y al duro trabajo que se materializa en sus relojes.