HISTORIA DE ROLEX
La fama de Rolex deriva de una historia que se articula en torno a la pasión por la innovación y la búsqueda constante de la excelencia. Esta gesta moderna, una sucesión de logros pioneros que combinan aventura relojera, industrial y humana, se asimila en gran medida a la del Oyster, primer reloj de pulsera hermético del mundo, presentado en 1926.
El éxito de Rolex está íntimamente ligado al espíritu de empresa de su fundador, Hans Wilsdorf
(1881-1960). Con su talento visionario y su habilidad en todos los ámbitos de actividad vinculados
al desarrollo de una marca relojera —técnica, comunicación, organización y distribución—
Hans Wilsdorf marcó, durante más de cincuenta años al mando de la empresa, los hitos de una
aventura que ha dado origen a relojes de excepción, así como a una marca sin igual. Hoy día,
su personalidad y su obra continúan siendo una fuente de inspiración para la compañía y arraigando
su cultura de empresa. La impronta de este brillante emprendedor se encuentra tanto en la estética
y las características fundamentales de unos relojes que se mantienen fieles al Oyster original
—primer reloj de pulsera hermético del mundo, presentado en 1926— como en la capacidad de
Rolex de valerse de su legado para proyectarse sin descanso hacia nuevos horizontes.
LA GENIALIDAD VISIONARIA DE HANS WILSDORF
La aventura Rolex da comienzo a principios de la década de 1900. Nacido en Baviera, Hans Wilsdorf
da sus primeros pasos en el universo relojero en La Chaux-de-Fonds, Suiza. En una época en la
que los relojes de bolsillo eran la norma, él se percata del gran interés que representa el reloj de
pulsera en ese naciente siglo XX, aun cuando éste todavía es poco preciso y se considera ante todo
una joya esencialmente femenina.
Hans Wilsdorf está convencido de que el reloj de pulsera está destinado a imponerse como un
objeto de la vida cotidiana, tanto para los hombres como para las mujeres, siempre y cuando se
haga de él un instrumento preciso, hermético, robusto y fiable. Su capacidad de anticipar esta
evolución, que hoy en día parece evidente, resultará un auténtico éxito.
PRECISIÓN CRONOMÉTRICA Y HERMETICIDAD
Más adelante Hans Wilsdorf se instala en Londres, por entonces capital económica y financiera del
mundo, y funda junto a su socio, en 1905, la compañía Wilsdorf & Davis. Esta compañía está
especializada en la comercialización en Gran Bretaña y todo el Imperio británico de relojes de
pulsera cuyos componentes son fabricados por sus asociados suizos, escogidos por su savoir-faire.
Entre ellos figura la Maison Aegler, en Bienne —que se convertirá posteriormente en la Manufacture
des Montres Rolex S.A.—, la única capaz, en opinión de Hans Wilsdorf, de fabricar los movimientos
que tanto necesita para sus relojes de pulsera, que han de ser de pequeño tamaño al tiempo que
precisos. Testigo del fulgurante auge del ocio y la práctica de los deportes, Hans Wilsdorf pretende
demostrarle a un público todavía escéptico que reloj de pulsera y una precisión cronométrica son
compatibles. Pone todo su empeño en que sus relojes sean puestos a prueba por organismos
oficiales de control.
En 1910, un reloj de pulsera Rolex —Hans Wilsdorf inventa ya en 1908 el nombre «Rolex» para
firmar sus creaciones relojeras— obtiene el primer certificado de cronometría del mundo jamás
otorgado a un reloj de ese tipo por la Oficina Oficial de Control del Funcionamiento de Relojes de
Bienne (Suiza). Cuatro años después, en 1914, otro reloj Rolex recibe del prestigioso Observatorio
de Kew —por entonces la más alta instancia mundial en materia de medición de la precisión de un
reloj—, en Gran Bretaña, el primer certificado del mundo de clase «A» jamás atribuido a un reloj de
pulsera, distinción que hasta entonces se reservaba a los cronómetros de marina. De esta forma,
quedaba demostrado que reloj de pulsera y precisión cronométrica podían ir a la par. Queda por
superar el desafío de la hermeticidad. La precisión y durabilidad de un reloj de pulsera siguen
viéndose altamente comprometidas si su caja no es resistente al agua y el polvo. Hans Wilsdorf
sacará provecho de su espíritu de empresa y su energía para fabricar un reloj de pulsera hermético.
LA INVENCIÓN DEL NOMBRE «ROLEX»
Si Hans Wilsdorf decide tan pronto estampar un nombre de su elección en sus productos relojeros
es porque presiente la importancia del concepto de marca. Los criterios que se impuso para la
invención de la palabra «Rolex» son de una sorprendente modernidad. Quería, efectivamente, un
nombre:
▪ corto, de cinco letras como máximo;
▪ fácilmente pronunciable en todos los idiomas;
▪ que suene bien al oído;
▪ fácil de memorizar;
▪ que se inscriba con armonía sobre la esfera y el movimiento del reloj.
UN ESPÍRITU DE EMPRESA SIN FRONTERAS
Hans Wilsdorf deja Inglaterra en 1919 para establecerse en Ginebra (Suiza), donde en 1920 funda
la compañía Montres Rolex S.A. Se acerca así a su fabricante de movimientos —la Maison Aegler,
ubicada en Bienne—, lo que le permite optimizar su colaboración. La proyección internacional de
Ginebra y la tradición relojera de la ciudad desempeñan también un gran papel en su decisión.
EL OYSTER, EL PRIMER RELOJ DE PULSERA HERMÉTICO
En 1926, los avances de Hans Wilsdorf en el terreno de la hermeticidad dan su fruto: presenta el Oyster, primer reloj de pulsera hermético del mundo. Gracias a un ingenioso sistema patentado de bisel, fondo y corona enroscados sobre la carrura, su caja está sellada herméticamente y ofrece una protección óptima del movimiento.
Las estrías del bisel, así como el acanalado del fondo de la caja, responden entonces a imperativos
funcionales: sirven para el enroscado de los elementos sobre la carrura gracias a una herramienta
específica inventada por Rolex. Estas estrías confieren también al reloj su identidad visual y su
personalidad única. A partir de los años 1950, los biseles de los relojes de la colección Oyster
Perpetual ya no van enroscados a la caja, sino encajados. Algunos modelos o ciertas modalidades,
sin embargo, siguen luciendo un bisel estriado, y este elemento de la caja se convertirá en un
verdadero rasgo estético distintivo de Rolex.
Gracias al Oyster y a su caja hermética, totalmente innovadora, Rolex entra de lleno en la historia
relojera. Al savoir-faire de Hans Wilsdorf se une su agudo sentido de la comunicación, lo cual da un
formidable impulso a la compañía.
PUESTA A PRUEBA DEL OYSTER EN CONDICIONES REALES Y NACIMIENTO DEL CONCEPTO DE TESTIMONIAL
En 1927, la creatividad de Hans Wilsdorf en materia de comunicación se plasma de un modo
espectacular. Su idea: someter al Oyster a una prueba excepcional con el fin de poner a prueba
su solidez y demostrar su hermeticidad. Confía a la joven deportista inglesa Mercedes Gleitze
un reloj Oyster para su travesía a nado del canal de la Mancha. Tras más de diez horas en el agua,
el reloj sigue funcionando a la perfección. Para celebrar la hazaña y añadir a ese savoir-faire
un faire-savoir, Hans Wilsdorf publicó en la portada del diario británico Daily Mail un anuncio
en el que se proclamaba el éxito del reloj hermético y se predecía «la marcha triunfal del Rolex
Oyster por todo el mundo».
Este episodio marca el nacimiento del concepto de Testimonial, así como el comienzo de una larga
y fructífera asociación de Rolex con personalidades de excepción cuyos logros demuestran la
excelencia de los relojes Rolex. Estos vínculos privilegiados, que reposan sobre una relación de
gran confianza entre la marca y sus Testimoniales, se desarrollarán en ámbitos tan variados como
la exploración, el deporte y la cultura.
EL ROTOR PERPETUAL
Como al reloj de pulsera hay que darle cuerda a mano, y además a diario, es necesario desenroscar
la corona, lo cual pone en riesgo su hermeticidad y, por tanto, su buen funcionamiento. Rolex
desarrolla entonces el rotor Perpetual, un mecanismo de cuerda automática con rotor libre para reloj
de pulsera, precursor de los sistemas de cuerda automática contemporáneos.
Presentado por la marca en 1931 y patentado, el rotor Perpetual consta de una masa en forma de
media luna que oscila en ambos sentidos al menor movimiento de la muñeca por el efecto de la
gravedad terrestre. La energía cinética desarrollada por las oscilaciones de esta masa se transmite
a través de los rodajes del sistema de cuerda automática al muelle real, que así se carga
automáticamente (el papel de este componente consiste en almacenar y liberar de manera
constante la energía recibida, con el fin de asegurar una mayor regularidad y una mejor precisión
del órgano regulador). La corona ya no se requiere más que para el ajuste de las funciones —o para
dar cuerda al movimiento de forma manual únicamente si el reloj se ha parado—; permanece, por
tanto, enroscada la mayor parte del tiempo. El rotor Perpetual contribuye así a la hermeticidad del
reloj y es, además, sinónimo de comodidad para el usuario, que no ha de preocuparse más por
darle cuerda manualmente al movimiento.
CORONA ROLEX Y ROLESOR
La década de 1930 ve el auge de otros dos elementos fundamentales de la identidad de la marca:
la corona Rolex y el Rolesor.
La corona Rolex, logotipo y símbolo de la marca al mismo tiempo, se registra en 1931. Aparece por
primera vez en la esfera de los relojes Rolex en el transcurso de la década de 1930 y,
posteriormente, sobre la corona a principios de la década de 1950. Época en la que también
comienza a sustituir al índice de la posición de las 12 h en la esfera.
En 1933 se registra el nombre «Rolesor», que designa la unión, en un reloj Rolex, de dos materiales:
el oro y el acero. Esta combinación, cuyo uso se remonta a la década de 1920 en Rolex, se convirtió
más tarde en uno de los códigos estéticos de la marca.
RELOJES EMBLEMÁTICOS
En las décadas de 1940 y 1950, Rolex crea relojes que se convertirán con gran rapidez en clásicos
atemporales de la colección Oyster Perpetual.
El año 1945 es testigo de la aparición del Oyster Perpetual Datejust, primer reloj de pulsera
cronómetro, automático y hermético que indica la fecha en una ventana situada en la esfera. De
gran distinción, el Datejust está equipado con un brazalete Jubilee creado especialmente para él.
Compendio de todas las innovaciones creadas por Rolex hasta entonces, Hans Wilsdorf lo
considera una obra maestra. Aunque estaba inicialmente pensado para los hombres, a partir de la
década siguiente se presentará en una versión femenina: el Lady-Datejust (1957).
En 1956 aparece el Oyster Perpetual Day-Date, primer reloj de pulsera con calendario que indica,
como complemento de la fecha, el día de la semana con todas las letras en una ventana insertada
en la esfera. Se fabrica únicamente en oro de 18 quilates o en platino 950, y su cristal está coronado
con la lente Cyclops, una innovación que facilita la lectura de la fecha. Posteriormente extendida a
otros modelos con fecha de la colección Oyster Perpetual, la lente Cyclops constituye una seña
distintiva de Rolex. Fácilmente reconocible gracias a su brazalete President, creado específicamente para él y que contribuye a su excepcional estatus, el Day-Date será utilizado por numerosas personalidades políticas, líderes y visionarios en todo el mundo.
EL MUNDO COMO TERRENO DE EXPERIMENTACIÓN
Desde 1926, con la invención del Oyster, el mundo se convierte para Rolex en un verdadero terreno
de experimentación que permite a la marca poner a prueba las cualidades intrínsecas de sus relojes
en el entorno natural. Ya sea en la superficie marina, en las profundidades del océano, en la cumbre
de las más altas montañas o en los polos, allá donde reinan las condiciones extremas, Rolex pone
a prueba la precisión, la hermeticidad, la robustez y la fiabilidad de sus relojes confiándoselos a
quienes se aventuran a estos lugares.
La velocidad es otro ámbito de experimentación para la marca. En 1935, al volante de su bólido
Bluebird y con un reloj Oyster en la muñeca, sir Malcolm Campbell se convierte en el primer piloto
de automovilismo que supera la mítica barrera de las 300 millas por hora (483 km/h). En 1947,
también equipado con un Oyster, Charles Elwood «Chuck» Yeager es el primer hombre que supera
la barrera del sonido a bordo de su avión-cohete. Durante estas dos hazañas, el reloj fue sometido
a una fortísima aceleración y a unas intensas vibraciones sin que sus cualidades se viesen
alteradas.
A partir de la década de 1930, los relojes Rolex forman parte de la equipación de numerosas
expediciones al Himalaya. En 1953, sir Edmund Hillary y Tenzing Norgay Sherpa, miembros de una
expedición británica dirigida por sir John Hunt y equipada con relojes de la marca, son los primeros
alpinistas en alcanzar la cumbre del Everest. Los dos hombres se unen así a la lista de
personalidades excepcionales que, por su perseverancia y su búsqueda de la realización, son
testigos de las cualidades más preciadas de Rolex.
DESARROLLO DE RELOJES PROFESIONALES
En estrecha relación con el mundo que la rodea y con el telón de fondo de nuevos sectores como
la aviación civil o la exploración submarina, Rolex desarrolla a lo largo de la década de 1950 relojes-herramientas denominados «Profesionales». Estos relojes están dotados de características o de
funcionalidades particularmente útiles para actividades que, practicadas en entornos a menudo
duros, en ocasiones incluso extremos, requieren equipamientos robustos y fiables.
Así, en 1953 ven la luz el Oyster Perpetual Explorer, nacido tras el primer ascenso a la cumbre del
Everest, y el Oyster Perpetual Submariner, primer reloj de pulsera de buceo con una hermeticidad
garantizada hasta 100 metros de profundidad —200 metros a partir de 1954— y equipado con un
bisel giratorio graduado que permite a los buceadores leer el tiempo de inmersión.
Presentado en 1955, el Oyster Perpetual GMT-Master es un reloj con doble huso horario que puede
indicar, además de la hora local, la hora de cualquier lugar del planeta gracias a su aguja adicional
24 horas y a su bisel giratorio graduado 24 horas. Se convertirá en el reloj oficial de la Pan American
World Airways, la famosa compañía aérea estadounidense, más conocida por el nombre de Pan
Am.
El año 1958 es testigo del lanzamiento del Oyster Perpetual Air-King, un modelo que se distingue
porque su esfera lleva el nombre escrito en unos caracteres específicos que lo hacen fácilmente
identificable.
Los relojes Rolex siguen asociándose con hazañas. El 23 de enero de 1960, en el océano Pacífico,
en la costa de la isla de Guam, el batiscafo Trieste, capitaneado por el oceanógrafo suizo Jacques
Piccard y el teniente de la marina estadounidense Don Walsh, desciende hasta –10 916 metros en
la fosa de las Marianas, la parte más profunda de los océanos. Fijado en su casco, un reloj Rolex
experimental, el Deep Sea Special, se somete a la colosal presión que reina en las fosas abisales,
equivalente a un peso de más de una tonelada por centímetro cuadrado. Cuando el batiscafo
regresa a la superficie, el reloj sigue marcando la hora exacta, lo que demuestra que ha seguido
funcionando durante toda la inmersión.
En 1963, Rolex presenta el Oyster Perpetual Cosmograph Daytona. Equipado con un movimiento
cronógrafo mecánico, este reloj permite medir un intervalo de tiempo o determinar, gracias a su
bisel con escala taquimétrica, la velocidad media.
En 1967 se lanza el Oyster Perpetual Sea-Dweller. Hermético hasta 610 metros, este reloj se diseña
para los pioneros del buceo profesional en grandes profundidades. Su caja dispone de una
innovación patentada ese mismo año: la válvula de helio. Esta permite evacuar, durante las fases
de descompresión en cámara hiperbárica —un proceso inherente a las inmersiones profundas—,
el exceso de presión acumulado en la caja.
MADUREZ Y CONSOLIDACIÓN
El año 1960 estuvo marcado por el fallecimiento de Hans Wilsdorf, que deja tras de sí una obra
considerable. En 1945 creó en Ginebra la Fundación Hans Wilsdorf y le transfirió la propiedad de
Rolex. Así, la empresa puede seguir creciendo con total independencia y manteniendo su respeto
por los valores de su fundador.
André J. Heiniger, quien sucede a Hans Wilsdorf en 1963, toma las riendas del destino de Rolex,
perpetuando este legado. Con su vasta experiencia de campo, este verdadero estratega comercial
aceleró el desarrollo de la empresa y reforzó la presencia de Rolex en todo el mundo,
transformándola en una marca internacional de renombre.
Con la llegada del cuarzo a finales de los años 1960, Rolex participa activamente en la creación del
primer movimiento de cuarzo suizo, el Bêta 21. En 1977, la marca lanza el modelo Oysterquartz,
equipado con un movimiento de cuarzo 100 % Rolex. No obstante, haciendo caso omiso de las
promesas que suponía esta nueva tecnología, toma la decisión estratégica de permanecer fiel al
reloj mecánico, su ámbito de excelencia.
Las décadas de 1970 y 1980 marcan la llegada de la segunda generación de relojes Oyster
Perpetual Profesionales. En 1971 se presenta el Oyster Perpetual Explorer II. Diseñado para los
exploradores polares y los espeleólogos, este reloj permite distinguir las horas del día y de la noche
gracias a su aguja adicional 24 horas y a su bisel fijo graduado 24 horas. En 1978 Rolex presenta
una nueva versión del Sea-Dweller, el Sea-Dweller 4000, hermético hasta 1220 metros (4000 pies).
En 1982 ve la luz el GMT-Master II; se diferencia del GMT-Master en su calibre, que permite ajustar
la aguja de las horas de forma independiente de la de los minutos y de la aguja 24 horas.
ASOCIACIONES PIONERAS Y UN COMPROMISO POR EL BIEN COMÚN
En las décadas de 1960 y 1970 nacieron asociaciones pioneras entre Rolex e instituciones,
deportistas de excepción y artistas de renombre internacional. En lo sucesivo, la marca prestará
asimismo su apoyo a largo plazo a numerosas actividades deportivas y culturales.
En 1976, para celebrar el 50.o aniversario del Oyster, André J. Heiniger creó los Premios Rolex a la
Iniciativa, cuyo cometido es respaldar, especialmente mediante una ayuda económica, proyectos
innovadores cuyo objetivo consiste en ampliar los conocimientos y mejorar el bienestar de la
humanidad.
INTEGRACIÓN VERTICAL
En 1992 se lanza el Oyster Perpetual Yacht-Master, un reloj que representa los vínculos privilegiados que unen a Rolex con el mundo de la vela desde la década de 1950.
De nuevo en 1992, Patrick Heiniger sucede a su padre como Director General de Rolex. A mediados
de la década de 1990, bajo su mando, Rolex modifica radicalmente su estructura de empresa y
toma la decisión estratégica de optar por la integración vertical a través de la adquisición de sus
principales proveedores, con el fin de conservar su independencia y su libertad empresarial. Esta
decisión conlleva el reagrupamiento del conjunto de sus actividades de Ginebra y Bienne en cuatro
sedes industriales construidas específicamente o renovadas para la ocasión. De impresionantes
dimensiones, estas sedes se establecen como verdaderas joyas tecnológicas. Rolex posee de esta
forma el control de la fabricación de los elementos principales del reloj —movimiento, caja, brazalete
y esfera— mientras proporciona los medios para llevar aún más lejos sus exigencias de calidad
gracias, sobre todo, a equipos exclusivos.
Independiente y verticalizada, Rolex dispone de una herramienta industrial excepcional, en cuyo
seno diseñadores, ingenieros, relojeros y otros especialistas colaboran estrechamente en el diseño
y posterior fabricación de los relojes. En este contexto, la empresa también toma la decisión de
adquirir una fundición en la que poder realizar sus propias aleaciones de oro.
UN COMPROMISO CON LA TRANSMISIÓN DEL LEGADO CULTURAL
En 2002, con el impulso de Patrick Heiniger, Rolex crea la Iniciativa Artística Rolex para Mentores
y Discípulos, con el propósito de favorecer el auge de la cultura en todo el mundo. Esta iniciativa
busca apoyar a jóvenes talentos prometedores poniéndolos en contacto con artistas de renombre
durante un período de mentoría y colaboración creativa. Mediante este enriquecedor diálogo entre
artistas de generaciones, culturas y disciplinas diferentes, la marca fomenta la transmisión del
legado artístico mundial.
UNA NUEVA ERA PARA EL OYSTER
Desde comienzos de la década de 2000, la espectacular reorganización de la herramienta de
producción propulsa los relojes Oyster Perpetual a una nueva era. Innovaciones que combinan más
que nunca un savoir-faire relojero tradicional y técnicas punteras ven la luz tanto en el ámbito de la
construcción relojera como en el de los materiales o el de los procesos de fabricación.
En el año 2000, Rolex presenta un nuevo Oyster Perpetual Cosmograph Daytona, verdadero
concentrado de su savoir-faire. El modelo está dotado ahora de un movimiento cronógrafo innovador
que, completamente desarrollado y manufacturado de forma interna, está equipado con una espiral
fabricada por Rolex: la espiral Parachrom. Compuesta de niobio, circonio y oxígeno, esta espiral
presenta la ventaja de ser hasta diez veces más precisa que una espiral convencional en caso de
golpes y de resistir a los campos magnéticos de alta intensidad. La espiral Parachrom será
introducida progresivamente en los movimientos de otros relojes de la colección Oyster Perpetual.
En 2005, Rolex lanza un nuevo Oyster Perpetual GMT-Master II. Sutilmente renovado, este reloj
está equipado también con un movimiento con espiral Parachrom y está dotado de un bisel con
disco Cerachrom en cerámica negra, otra innovación patentada. Completamente desarrollado y
fabricado de forma interna, este disco Cerachrom se moldea en una cerámica extremadamente
dura, prácticamente imposible de rayar y cuyos colores no se alteran bajo el efecto de los rayos UV.
Además, por la naturaleza de su composición química, esta cerámica de alta tecnología es inerte y
no se ve afectada por la corrosión.
Rolex innova asimismo en materia de funciones relojeras. En 2007 presenta el cronógrafo de regata
Oyster Perpetual Yacht-Master II, que es el primer reloj del mundo dotado de un sistema de cuenta
atrás programable con memoria mecánica y sincronizable al instante. El acceso a la función de
programación de la cuenta atrás y su posterior ajuste se realizan por medio del bisel giratorio y la
corona de cuerda gracias al Ring Command, un sistema de interacción entre la caja y el brazalete
y el movimiento desarrollado por la marca y patentado.
Presentado en 2008, el Oyster Perpetual Rolex Deepsea, hermético hasta una profundidad extrema
de 3900 metros, ilustra a la perfección la capacidad de innovación de Rolex. Este reloj de
submarinismo altamente resistente posee el sistema Ringlock, una arquitectura de caja desarrollada
por la marca y patentada: una anilla de compresión de alta resistencia, situada en el corazón de la
caja, soporta la presión en grandes profundidades ejercida sobre el cristal —de 5,5 mm de grosor—
y el fondo, en titanio RLX. El Rolex Deepsea es el primer reloj Rolex dotado de visualización
Chromalight de alto rendimiento: los índices, las agujas, así como el chatón situado en la posición
de las 12 h del bisel giratorio están rellenos o cubiertos de un material luminiscente exclusivo de
larga duración (color de emisión azul) que permanece hasta el doble de tiempo que los materiales
fosforescentes clásicos.
BASADO EN EL ÉXITO
Entre 2009 y 2011, tras la marcha de Patrick Heiniger, Bruno Meier encabeza un período de
transición en la dirección de Rolex hasta que Gian Riccardo Marini toma las riendas de la empresa.
Administrador delegado de la filial italiana desde el año 2000 y gran conocedor de la marca y sus
productos, posee una experiencia de alrededor de cuarenta años en el Grupo.
SKY-DWELLER Y CALENDARIO ANUAL
En 2012, Rolex presenta un modelo totalmente nuevo y particularmente innovador: el Oyster
Perpetual Sky-Dweller. Concentrado de tecnología objeto de varios depósitos de patente, este reloj
ofrece un doble huso horario tan fácil de leer como sencillo de utilizar y un calendario anual
innovador bautizado como Saros, en referencia al fenómeno astronómico del mismo nombre. Este
calendario, que solo requiere una corrección de la fecha al año, en el cambio de febrero a marzo,
muestra la fecha en la posición de las 3 h y el mes en 12 ventanas dispuestas a lo largo del contorno
de la esfera. El Sky-Dweller está equipado, al igual que el Yacht-Master II, con el sistema Ring
Command. Este mecanismo de interacción entre la caja y el brazalete y el movimiento, desarrollado
por Rolex y patentado, permite al usuario del reloj seleccionar la función que desea ajustar
—calendario (día y mes), hora local u hora de referencia— girando el bisel estriado y, a continuación,
ajustarla mediante la corona.
AVENTURA Y TECNOLOGÍA
En el mismo año 2012, fiel a su pasión por la exploración submarina, Rolex participa en la expedición
DEEPSEA CHALLENGE del realizador y explorador James Cameron, en colaboración con la
National Geographic Society. El 26 de marzo, James Cameron desciende en solitario a bordo de un
sumergible a 10 908 metros de profundidad en la fosa de las Marianas, la parte más profunda del
océano, situada en el Pacífico, al suroeste de la isla de Guam.
Fijado al brazo articulado del sumergible, un reloj Rolex experimental acompaña a James Cameron:
el Rolex Deepsea Challenge, modelo de submarinismo especialmente desarrollado y fabricado para
la ocasión, que confirma la competencia de Rolex en materia de hermeticidad.
Tanto la proeza de James Cameron como el Rolex Deepsea Challenge rememoran la expedición
submarina emprendida por el oceanógrafo suizo Jacques Piccard y el teniente de la marina
estadounidense Don Walsh en 1960.
MOVIMIENTOS DE NUEVA GENERACIÓN
Desde 2014, Rolex desvela movimientos mecánicos de nueva generación a la vanguardia de la
tecnología relojera.
La marca presenta en ese año el calibre 2236. Este movimiento con función de fecha cuenta con
una reserva de marcha de aproximadamente 55 horas y está dotado de la espiral Syloxi.
Desarrollada y producida de forma interna, esta espiral está fabricada en silicio. Su rendimiento
obedece a soluciones originales, entre ellas una geometría optimizada de las espiras y un innovador
diseño de los sistemas de fijación.
El calibre 3235 (con visualización de la fecha) y el calibre 3255 (con visualización del día y de la
fecha) fueron lanzados al año siguiente, mientras que el calibre 3285 (con visualización de la fecha
y segundo huso horario) se presentó en 2018. Equipados con la espiral Parachrom, estos
movimientos cuentan con el escape Chronergy, patentado, que combina un alto rendimiento
energético con una gran seguridad de funcionamiento, y con una nueva arquitectura de barrilete.
La autonomía de estos tres calibres alcanza aproximadamente las 70 horas.
Concentrados de tecnología, estos movimientos mecánicos de cuerda automática de nueva
generación, completamente desarrollados y patentados por Rolex, han sido objeto de varios
depósitos de patente. Presentan un elevado rendimiento en términos de precisión, autonomía,
comodidad de uso y fiabilidad.
CERTIFICACIÓN DE CRONÓMETRO SUPERLATIVO
En 2015, Rolex redefine la certificación de Cronómetro Superlativo, su emblemática certificación
interna para todos sus relojes, con criterios de rendimiento mucho más estrictos.
Esta certificación exclusiva de la marca se efectúa al conjunto del reloj, una vez encajado el movimiento, con el fin de garantizar su rendimiento superlativo en la muñeca en materia de precisión, hermeticidad, cuerda automática y autonomía. La precisión de un Cronómetro Superlativo Rolex es del orden de –2/+2 segundos al día (la desviación de marcha tolerada por la marca para un reloj terminado es mucho menor que la admitida por el Control Oficial Suizo de Cronómetros [COSC] para la certificación oficial del movimiento por sí solo). El estatus de Cronómetro Superlativo se simboliza mediante el sello verde que incluyen todos los relojes Rolex y que va acompañado de una garantía internacional de cinco años.
UNA INCANSABLE BÚSQUEDA DE PERFECCIÓN
Rolex es una manufactura relojera totalmente integrada e independiente que se apoya en unos
valores sólidos, heredados de su fundador, Hans Wilsdorf, y unos medios sin igual para perpetuar,
a través de sus relojes, su búsqueda de la perfección. Una misión que corresponde a
Jean-Frédéric Dufour desde junio de 2015, fecha en la que el nuevo Director General toma el relevo
de Gian Riccardo Marini.
Jean-Frédéric Dufour, figura respetada en el mundo de la relojería, es el sexto Director General que
preside el destino de la compañía. Licenciado en Ciencias Económicas por la Universidad de
Ginebra, comenzó trabajando en el sector bancario en Hong Kong para posteriormente regresar a
Suiza, donde emprendió una exitosa carrera dirigiendo prestigiosas firmas relojeras. Su recorrido le
ha permitido adquirir una valiosa experiencia en la relojería, desde la producción hasta la venta,
pasando por el marketing y el desarrollo.
Al igual que sus predecesores, Jean-Frédéric Dufour tiene como objetivo reforzar aún más el estatus
de Rolex en todo el mundo y perpetuar una historia que aúna tradición, prestigio y tecnología.
INAUGURACIÓN DEL CENTRO DE FORMACIÓN ROLEX Y LANZAMIENTO DE ROLEX.ORG
El Centro de Formación Rolex se inaugura en 2018. Ubicado en Ginebra, en las proximidades de la
sede mundial de la marca, este centro imparte cursos de formación dirigidos a trabajadores y
directivos de la marca, y asegura la formación de los aprendices con el objeto de perpetuar un
savoir-faire único.
Ese mismo año, Rolex lanza el sitio web rolex.org, que presenta la marca a través de su
extraordinaria historia y de las figuras prominentes y organizaciones a las que respalda en los
ámbitos de la ciencia, la educación, las artes y la cultura, así como la exploración y la conservación
del planeta.
LANZAMIENTO DE LA INICIATIVA PERPETUAL PLANET
Rolex lanza Perpetual Planet en 2019, una iniciativa que abarca una alianza reforzada con la
National Geographic Society para estudiar los efectos del cambio climático y el apoyo a Mission
Blue —un programa respaldado por Rolex desde 2014—, que busca la conservación de los océanos
a través de una red de áreas marinas protegidas denominadas Hope Spots. Los Premios Rolex a
la Iniciativa van de la mano de la Iniciativa Perpetual Planet.
La Iniciativa Perpetual Planet extenderá su apoyo a individuos y organizaciones que, a través de la
ciencia, tratan de comprender los desafíos medioambientales y de encontrar soluciones que
restauren el equilibrio de nuestros ecosistemas.
NUEVOS MOVIMIENTOS
En 2020, Rolex presenta otros dos nuevos movimientos, destinados a sus relojes sin función de
fecha: el calibre 3230, con espiral Parachrom y escape Chronergy, y el calibre 2232, dotado de la
espiral Syloxi. Estos movimientos garantizan una reserva de marcha aproximada de 70 y 55 horas
respectivamente.
EL RELOJ DE LOS GRANDES FONDOS
En 2022, diez años después de la inmersión histórica de James Cameron en la fosa de las Marianas,
Rolex lanza el Oyster Perpetual Deepsea Challenge, con hermeticidad garantizada hasta
11 000 metros de profundidad. Este modelo se inspira en el Rolex Deepsea Challenge, el reloj
experimental que acompañó al explorador y cineasta, fijado en el brazo articulado de su sumergible.
Por motivos de portabilidad y de resistencia a las deformaciones y a la corrosión, el Deepsea
Challenge está fabricado en titanio RLX, una aleación de titanio grado 5 seleccionada por Rolex.
Este reloj tiene 50 mm de diámetro y se distingue también de los demás por su acabado satinado
técnico, un satinado marcado que se extiende a los flancos de la carrura, al canto de los eslabones
del brazalete y a los laterales de la tapa del cierre. El Deepsea Challenge es el reloj de submarinismo
más eficiente de Rolex y reafirma la legitimidad de la marca como pionera en el ámbito de los relojes
de buceo profundo y su pericia en materia de hermeticidad y resistencia a la presión submarina.
EL NUEVO ROSTRO DE LA EXCELENCIA
En 2023, Rolex presenta la colección Perpetual, que se inaugura con el modelo Perpetual 1908
para conmemorar el arte relojero tradicional. Inspirado en uno de los primeros relojes con rotor
Perpetual de la marca, se bautizó así en homenaje al año en que Hans Wilsdorf ideó el nombre
«Rolex» para firmar sus creaciones relojeras y registró la marca en Suiza.
El 1908 destaca sobre todo por su fina caja, dotada de un fondo transparente que permite admirar
el refinamiento técnico y las decoraciones del calibre 7140. Primer movimiento de la marca que
combina la espiral Syloxi y el escape Chronergy, su masa oscilante está realizada en oro amarillo
de 18 quilates y es calada.